3.22.2006

Treinta y pico.

Se me viene otro cumpleaños encima, quedan pocos días para el aniversario de mi natalicio… no es que esté pasando el comercial para el saludos-regalos-celebración… no necesariamente. Es que el año pasado cumplí treinta y la línea de tiempo sigue avanzando inexorablemente (para ponerle dramatismo a la cosa…), y para ser franco, estoy siendo presa del pánico a la vejez. Aunque siempre he representado más edad de la que tengo, me siento más viejo que joven, y es por varias razones que se me han venido manifestando claramente…

Por ejemplo… estoy perdiendo la batalla contra la caída del pelo. Ni el Pantene Control Caída está ayudando… lavarme el pelo es una tortura, ¡si vieran los mechones de pelo que se me salen en la ducha! Tengo que limpiar todas las noches el teclado y el piso de mi estación de trabajo por que está lleno de pelos… y como se me ocurrió dejarme el pelo largo (un arrebato agónico para sentirme joven… ahora lo veo así) es peor, por que cada pelo caído es tres o cuatro veces más largo… Además cada día se suman miembros albos al bando contrario… UNAS CANAS WEON! Me están saliendo canas alrededor de las orejas… al principio eran dos, pero el otro día me di cuenta que ya son un grupo importante… situación que se contrapone evidentemente a mi prominente “vello facial”, que es prácticamente una lija que raspa las caritas de mis niñas…

También me estoy arrugando. PFFFFFffff! Si, las nombradas "marcas de expresión" para que no suene tan deprimente. En la frente ya tengo marcadas tres líneas horizontales y paralelas claramente definidas y las patas de gallo se asoman nítidamente en la comisura de mis pepas color miel. Todo mal… mi mujer me va a comprar una de esas cremas embellecedoras-rejuvenecedoras-humectantes-alisantes para la cara. Falta que me empiece a hacer u usar esas típicas máscaras de palta antes de acostarme… pero parece que no va a quedar otra si no quiero llegar a los 40 hecho una pasa.

Es evidente también, al comparar fotos de hace 10 años, que estoy guatón. No soy obeso ni me cuelgan las charchetas... pero ya no soy el esbelto chiquillo que se subía a los árboles de un salto… siempre digo que voy a bajar de peso y me da por comer sano y hacer ejercicio, pero soy tan inconstante para esas gueás que me dura un par de semanas a lo mucho… igual ahora estoy comprando frutas y me dan ganas de pelarme una naranja a media mañana y poco a poco hemos logrado estructurar una dieta medianamente equilibrada… pero no está mostrando resultados.

Ahora vienen los gustos musicales… The Flaming Lips los bajé una vez, los escuché y los guardé... ni una gracia. Pero ahora volví a escucharlos, me gustaron y me quedé pegado… todos los días me levanto con “Yoshimi battles the pink robots” y me hace bien… evidentemente es un tipo de música para el adulto contemporáneo… o para un “Allende sunglasses cool guy”, pero me tira más la primera categoría por simple descarte. Ya no hay tanto rock en mi playlist y cada vez se llena más de melancolía y cadencia sónica, letras profundas (por lo que alcanzo a percibir, por que casi toda está en ingles!) y suaves voces que no interrumpen ni molestan mi estado estable y controlado para ejecutar las labores que tengo destinadas. Y claro, igual tengo mi banda de rock, pero eso es una expresión directa desde el inconsciente y es prácticamente involuntaria, por lo que no manejo el resultado… además que estoy adecuándome a esto del rockstar, por que estuve añazos alejado de los escenarios y nunca en los años anteriores tuvimos tan buena aceptación del público como ahora. Aunque no toco tan seguido como quisiera, todos los días tomo mi menguante guitarra y aplico acordes, melodías vocales y líricas con conceptos vagos e imprecisos. Fijo que termino de canta-autor clase b, o low-fidelity para ser más preciso. No es malo.

Todo indica que estoy envejeciendo, y si me proyecto a unos años más voy a ser un viejo arrugado, barbón, pelado, guatón y patas flacas (las patas flacas siempre las he tenido igualito que mi papá). Pero filo… o como dice el título del post, PICO!. Veo al lado mío una hermosa muchacha que representa veintitantos y que tiene el pelo rojo… que me mira con cara de enamorada… una hija hermosa también que cada día está mas atenta, valiente y con una personalidad que la hace hablar de tu a tu con la gente en la calle (y eso me encanta), tengo una pega que me gusta y en la que soy reconocido diariamente... O sea, me quejo de puro lleno nomás. Todo lo anterior es natural… es normal que mis gustos cambien, que cada vez que me ría se me ahonden las arrugas, y no por eso voy a dejar de reírme o hacer reir… que se me caiga el pelo tambien es lo más normal del mundo, si mi papá, mis tíos, y generaciones tras generaciones en mi familia fueran pelados, yo siempre supe que iba a ser pelado… debo agradecer que puedo dejarme esta chasca a los treinta y pico… y las canas, filo con las canas.

Y lo de guatón… bueno, eso tiene solución.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cosas como las que mencionas son signos inequívocos de que estamos envejeciendo - perdón, digo creciendo. Como seres humanos estamos inmersos en un constante desarrollo y su consiguiente aprendizaje, por ende estamos destinados a cambiar a lo largo del tiempo. Lo cual no es malo, si es que estos cambios son buenos para nosotros y nuestro entorno, que por supuesto en tu caso particular no me cabe la menor duda de que es así.

Como bien tú sabes para mi la música forma parte fundamental de mi existencia, lo cual me imagino es igualmente válido para ti. A través de la música podemos revivir momentos, épocas de nuestras vidas, reproducir estados de ánimo y reflejar nuestro sentir. La posibilidad de poder escoger lo que queremos escuchar en un momento determinado nos lleva a crear nuestro propio soundtrack. Y es natural que también nuestros gustos musicales vayan evolucionando con el tiempo, tendiendo por lo general a dejar la música más agresiva de lado (bueno, excepto cuando nos reunimos en torno a una botella de buen ron y escuchamos a GnR).

Con respecto a la caída del pelo, que te puedo decir. Córtatelo. Así no se te va a caer _tanto_. Y las canas, bueno son para lucirlas con orgullo (aunque me muero si me veo una por lo pronto).

Primera vez que comento en un blog... no tengo mucho que decir en realidad (ni blog propio tengo). Solo saludarte y desearte la mejor de las felicidades para este nuevo año de tu vida junto a tu maravillosa familia, y mucho éxito y prosperidad.

Saludos!

Rafael Tincado dijo...

Gracias amigo por sus palabras... y que bueno verte en la pará que estás ahora... menos puteadas al aire, usando jeans, sin alergias y posteando en blogs! Tai cambiao Carlos wn... y pa bien.