https://www.youtube.com/watch?v=N6IC80LfrNs&t=135s
I LOVE OCIO
Justos por pecadores
11.16.2021
6.13.2017
LAS TARJETAS DE NAVIDAD DE MADARIAGA
Hace años, mi primer trabajo profesional fue en la Secretaría Técnica del Consejo Superior de Educación, hoy Consejo Nacional de Educación. Como sociólogo estaba a cargo del seguimiento de varios procesos de autonomía de universidades e institutos profesionales nuevos. Entre ellos había uno de Concepción, que tenía de rectora a Mónica Madariaga. Durante medio año tuvimos intercambios epistolares, en los que yo redactaba oficios y cartas que firmaba el Secretario Ejecutivo del Consejo, los que ella respondía muy pomposamente. A mí me tocaba revisar y contestar sus comunicaciones, pero con la firma institucional. Hasta que en una oportunidad ella solicitó una entrevista personal.
Arribó en una camioneta cuatro por cuatro gigante. Se sentó en la sala de espera y luego de un momento fue atendida por el Secretario Ejecutivo. Yo estaba en mi oficina en el segundo piso y decidí bajar a saludarla, porque consideré que me correspondía hacerlo, pues llevaba los asuntos de su institución. Tuve algunos minutos de vacilación. Me pregunté qué me pasaría al estar frente a ella. Sin embargo, primó mi sentido del deber profesional. Ella estaba ahí como rectora, no por su calidad de cómplice de la dictadura, y en tanto autoridad educacional se merecía el trato deferente que le dábamos a cualquier persona. Bajé y entré a la sala.
El Secretario Ejecutivo, se puso un poco nervioso al verme, pero sentí que era más bien en una actitud de protegerme y solidaridad con esta extraña situación y encuentro un poco probable entre personas que, por sus historias de vida, estaban en bandos antagónicos. Ella se puso de pie, era muy alta, y en un perfecto chileno -estaba llena de modismos, todo lo hablaba con diminutivos- preguntó, "¿y cómo se llama usted mijito?". Me acerqué y le extendí la mano, "Manuel Guerrero", le dije sin levantar la voz pero en forma muy clara, "el profesional a cargo del proceso de licenciamiento de su institución". Al oírme se echó un instante para atrás, y en un tono más delicado dijo, "Usted tiene un nombre histórico". "Y usted tiene una firma histórica", le respondí, y en sus ojos me pareció ver cómo recorría mentalmente la Ley de Amnistía.
Hubo un silencio de un par de segundos y luego nos sentamos a analizar la situación del instituto. Al poco tiempo solicitamos al Ministerio de Educación su cierre. Pero no porque lo dirigiera Mónica Madariaga, no por los actos pasados de su rectora, sino porque en el presente esa institución no cumplía condiciones mínimas de calidad y habían antecedentes objetivos que lo evidenciaban.
Durante un par de años me envió tarjetas de Navidad. "Felices fiestas Manuelito, que lo pases bien y en paz junto a tu familia". Nunca se las respondí. Daban ganas de espetarle, "Mi familia está incompleta, porque la dictadura de la que fuiste parte asesinó al abuelo de mi hija, a mi padre". Sin embargo, cada vez que estuve frente a ella no lo hice. No le grité, ni la escupí. No lo hice y no me arrepiento. Considero que no era necesario, pues mi relación con ella era estrictamente laboral, de funcionario público con una rectora. Ahora nosotros somos el Estado, pensaba en mi interior cada vez que ella llegaba a una reunión, y somos, debemos ser diferentes a lo que ellos fueron. No olvidamos a nuestros muertos, pero sabemos que el Estado es para todos sin excepción. Ahora es ella la que debe dar cuentas, como cualquier ciudadano que dirige una institución educativa, trátala como corresponde a esa condición. No seas victimario, no la conviertas en víctima, me repetía.
"Revanchismo jamás, justicia, nada más, pero tampoco nada menos". Suena bien, pero es difícil asumirlo y más aún aplicarlo. Ella debió haber rendido cuentas respecto de su participación en la infame Ley de Amnistía y tantas otras barbaridades de las que participó. De alguna manera lo hizo, en una forma peculiar, a través de las entrevistas que concedió, entre ellas cuando reconoció haber intervenido directamente para impedir que Sebastián Piñera, ahora candidato a la presidencia, fuera detenido a raíz de la investigación que realizaba la justicia en 1982 en el caso del fraude del Banco de Talca.
Hay muchos civiles que generaron las condiciones de posibilidad y de mantención de la dictadura que aún pasan desapercibidos. Me parece que no fue el caso de ella. Quizá el cáncer del cual acaba de morir, fue la forma en que su cuerpo y conciencia hizo justicia respecto de sí misma, de sus actos, de la impunidad que consume al cuerpo de Chile y vemos que también al cuerpo de su gente. Creo que debieran haber otras vías de absolución. Esos caminos son los que nuestra sociedad y sistema político bloquean al no abrir más espacios para que se aplique mayor justicia en los casos de la dictadura. Que se investigue todo, que hayan sanciones, que no solo los asesinos materiales cumplan las penas, sino también sus autores intelectuales, las autoridades civiles de la época. Sin ello no solo no se está reparando a las víctimas, sino que los propios victimarios se ven imposibilitados de alcanzar la paz. Paz que en algunos pocos casos, como en el de Madariaga, les desean a otros a través de inverosímiles tarjetas de Navidad, porque saben, tienen la certeza, que ya nunca más la obtendrán.
por Manuel Guerrero Antequera Concejal Ñuñoa
Arribó en una camioneta cuatro por cuatro gigante. Se sentó en la sala de espera y luego de un momento fue atendida por el Secretario Ejecutivo. Yo estaba en mi oficina en el segundo piso y decidí bajar a saludarla, porque consideré que me correspondía hacerlo, pues llevaba los asuntos de su institución. Tuve algunos minutos de vacilación. Me pregunté qué me pasaría al estar frente a ella. Sin embargo, primó mi sentido del deber profesional. Ella estaba ahí como rectora, no por su calidad de cómplice de la dictadura, y en tanto autoridad educacional se merecía el trato deferente que le dábamos a cualquier persona. Bajé y entré a la sala.
El Secretario Ejecutivo, se puso un poco nervioso al verme, pero sentí que era más bien en una actitud de protegerme y solidaridad con esta extraña situación y encuentro un poco probable entre personas que, por sus historias de vida, estaban en bandos antagónicos. Ella se puso de pie, era muy alta, y en un perfecto chileno -estaba llena de modismos, todo lo hablaba con diminutivos- preguntó, "¿y cómo se llama usted mijito?". Me acerqué y le extendí la mano, "Manuel Guerrero", le dije sin levantar la voz pero en forma muy clara, "el profesional a cargo del proceso de licenciamiento de su institución". Al oírme se echó un instante para atrás, y en un tono más delicado dijo, "Usted tiene un nombre histórico". "Y usted tiene una firma histórica", le respondí, y en sus ojos me pareció ver cómo recorría mentalmente la Ley de Amnistía.
Hubo un silencio de un par de segundos y luego nos sentamos a analizar la situación del instituto. Al poco tiempo solicitamos al Ministerio de Educación su cierre. Pero no porque lo dirigiera Mónica Madariaga, no por los actos pasados de su rectora, sino porque en el presente esa institución no cumplía condiciones mínimas de calidad y habían antecedentes objetivos que lo evidenciaban.
Durante un par de años me envió tarjetas de Navidad. "Felices fiestas Manuelito, que lo pases bien y en paz junto a tu familia". Nunca se las respondí. Daban ganas de espetarle, "Mi familia está incompleta, porque la dictadura de la que fuiste parte asesinó al abuelo de mi hija, a mi padre". Sin embargo, cada vez que estuve frente a ella no lo hice. No le grité, ni la escupí. No lo hice y no me arrepiento. Considero que no era necesario, pues mi relación con ella era estrictamente laboral, de funcionario público con una rectora. Ahora nosotros somos el Estado, pensaba en mi interior cada vez que ella llegaba a una reunión, y somos, debemos ser diferentes a lo que ellos fueron. No olvidamos a nuestros muertos, pero sabemos que el Estado es para todos sin excepción. Ahora es ella la que debe dar cuentas, como cualquier ciudadano que dirige una institución educativa, trátala como corresponde a esa condición. No seas victimario, no la conviertas en víctima, me repetía.
"Revanchismo jamás, justicia, nada más, pero tampoco nada menos". Suena bien, pero es difícil asumirlo y más aún aplicarlo. Ella debió haber rendido cuentas respecto de su participación en la infame Ley de Amnistía y tantas otras barbaridades de las que participó. De alguna manera lo hizo, en una forma peculiar, a través de las entrevistas que concedió, entre ellas cuando reconoció haber intervenido directamente para impedir que Sebastián Piñera, ahora candidato a la presidencia, fuera detenido a raíz de la investigación que realizaba la justicia en 1982 en el caso del fraude del Banco de Talca.
Hay muchos civiles que generaron las condiciones de posibilidad y de mantención de la dictadura que aún pasan desapercibidos. Me parece que no fue el caso de ella. Quizá el cáncer del cual acaba de morir, fue la forma en que su cuerpo y conciencia hizo justicia respecto de sí misma, de sus actos, de la impunidad que consume al cuerpo de Chile y vemos que también al cuerpo de su gente. Creo que debieran haber otras vías de absolución. Esos caminos son los que nuestra sociedad y sistema político bloquean al no abrir más espacios para que se aplique mayor justicia en los casos de la dictadura. Que se investigue todo, que hayan sanciones, que no solo los asesinos materiales cumplan las penas, sino también sus autores intelectuales, las autoridades civiles de la época. Sin ello no solo no se está reparando a las víctimas, sino que los propios victimarios se ven imposibilitados de alcanzar la paz. Paz que en algunos pocos casos, como en el de Madariaga, les desean a otros a través de inverosímiles tarjetas de Navidad, porque saben, tienen la certeza, que ya nunca más la obtendrán.
por Manuel Guerrero Antequera Concejal Ñuñoa
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5.02.2017
Jorge Engel, nacido en Alemania en 1836
Así como el agua y el aire son libres para todos, así la tierra y
las invenciones de los hombres de ciencia deben ser utilizados en
beneficio de todos. Vuestras leyes están en oposición con las de la
naturaleza, y mediante ellas robáis a las masas el derecho a la vida, la
libertad, el bienestar.
Asi decía uno de los 5 anarquistas antes de ser colgado.
Asi decía uno de los 5 anarquistas antes de ser colgado.
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4.24.2017
Limonero
¿Quieres conocer la manera de tener tus propios limones en casa durante todo el año?
El limón es una fruta ácida que tiene muchísimos usos en la cocina,
pero también es maravilloso por sus propiedades para la salud, y para
realizar trucos en el hogar. Por ello, es necesario que tengas un
limonero en casa para tenerlos siempre a mano. Te voy a enseñar hoy como
cultivar un arbolito de limones.
Materiales:
– Limonero pequeño
– Tierra con fertilizante
– Maceta
– Luz del sol o lámpara
PASO 1: Prepara una maceta que tenga en el fondo varios agujeros para asegurar el buen drenaje de la planta. Luego llena la base del tiesto con piedras y tierra después.
PASO 2: Planta dentro el árbol bebé de limones que puedes comprar en el vivero de tu ciudad.
PASO 3: El limonero es un árbol de hoja perenne que necesita entre 8 y 10 horas de sol al día, por lo que si tu zona no las tiene, tendrá que ponerle una lámpara de luz caliente para aportarle esta característica de manera artificial.
PASO 4: Los limones tardan una media de 6 meses para madurar. Cuando tengan un color intenso, es hora de quitarlos del árbol y consumirlos.
Asegúrate de que los limones que consumes están libres de químicos
cultivándolos tu misma. Es muy sencillo poner en marcha este proyecto
con el paso a paso que hoy voy a mostrarte de manera detallada. Olvídate
de bajar a la frutería a por ellos y planta ya tu limonero en casa. ¿Quieres Ver Cómo Hacerlo?
– Limonero pequeño
– Tierra con fertilizante
– Maceta
– Luz del sol o lámpara
PASO 1: Prepara una maceta que tenga en el fondo varios agujeros para asegurar el buen drenaje de la planta. Luego llena la base del tiesto con piedras y tierra después.
PASO 2: Planta dentro el árbol bebé de limones que puedes comprar en el vivero de tu ciudad.
PASO 3: El limonero es un árbol de hoja perenne que necesita entre 8 y 10 horas de sol al día, por lo que si tu zona no las tiene, tendrá que ponerle una lámpara de luz caliente para aportarle esta característica de manera artificial.
PASO 4: Los limones tardan una media de 6 meses para madurar. Cuando tengan un color intenso, es hora de quitarlos del árbol y consumirlos.
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3.24.2017
Storyboards que Akira Kurosawa
“Para mí, hacer películas lo combina
todo. Esa es la razón por la cual dediqué mi vida y mi obra al cine. En
las películas, la pintura, la literatura, el teatro y la música se unen.
Pero una película aún es una película”.
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3.22.2017
Wetiko
Cada vida humana tiene una sombra
o de un tipo de virus de la mente (también llamado wetiko)
que establece las situaciones externas de nuestra vida
mientras se oculta en el interior.
La existencia de un virus que afecta a la mente de toda la humanidad
- cada hombre, mujer y niño - en un primer momento puede parecer un
concepto exagerado, pero es una idea que ha existido desde hace
mucho tiempo en una gran cantidad de diferentes culturas.
La religión ha intentado resolver el problema del mal durante
millones de años.
En el fondo de la madriguera de la investigación de la
conspiración es muy probable que usted llegue al mismo tema -
que hay alguna fuerza oscura coordinando las muchas agendas y
esquemas nefastos que atestiguamos a diario en nuestro mundo.
Aunque sin duda hay seres y fuerzas externas que coordinan estos
programas, incluyendo los linajes reales híbridos, ETs
negativos, tales como los grises y reptilianos,
entidades descarnadas como Djinn
o Arcontes y una especie de
IA
auto-consciente,
que en última instancia, tenemos que preguntarnos:
Es este mal en realidad una fuerza real fuera de nosotros mismos, o es más bien el inconsciente colectivo de la humanidad que aparece como su propia fuerza y entidad, pero no lo es? Estamos infectados con una instalación de un virus real de la mente, como lo sugiere el guerrero chamán Don Juan de los libros de Castaneda? ¿O estamos ante la sombra colectiva, las partes repudiadas, no queridas y no-reconocidas de nosotros mismos, que han sido empujados hacia abajo y reprimidos tanto que se han trabado y que surgen como un monstruo que aparece como su propia forma de vida?
Paul Levy sobre el Wetiko, el Virus mental de la
humanidad
Es una gran pregunta, y la respuesta no es necesariamente ni una ni
la otra.
Hace poco estuve impresionada al ver la presentación
de lanzamiento del libro de Paul
Levy, autor de Disipando
el Wetiko - Rompiendo la maldición del mal. Paul
muestra un profundo conocimiento del tema del virus de la mente, y
lo explora hablando del wetiko.
De acuerdo con Paul, wetiko es un virus de la mente, pero a
diferencia de otros virus, no va a mutar en sí. Nos obliga a
nosotros a mutar engañándonos a identificarnos con él. Como
cualquier virus, necesita un anfitrión para sobrevivir.
"El wetiko es un virulento patógeno psíquico que insinúa formas de pensamiento en nuestra mente que, cuando se actúa inconscientemente, se alimenta, y finalmente mata a su anfitrión (nosotros).No quiere matarnos demasiado rápido sin embargo, para poner exitosamente en práctica su programa de reproducir y propagarse por todo el campo, debe dejar que el anfitrión viva el tiempo suficiente para propagar el virus.Si el anfitrión muere demasiado pronto, el bicho sería desalojado antes de tiempo y sufriría el inconveniente de tener que buscar una nueva residencia".
Esto, por supuesto, es prácticamente idéntico a lo que don Juan
tenía que decir sobre los Voladores de Fango de las Sombras
(Arcontes):
"De hecho, ¡somos mantenidos prisioneros!Esto era un hecho energético para los chamanes del México antiguo... Tenemos un compañero para toda la vida... Tenemos un depredador que vino de las profundidades del cosmos y se hizo cargo de gobernar nuestra vida. Los seres humanos son sus prisioneros. El depredador es nuestro amo y señor"."Los depredadores nos dieron su mente, que se convirtió en nuestra mente... Nos ha hecho dóciles, indefensos. Si queremos protestar, suprime nuestra protesta. Si queremos actuar independientemente, exige que no lo hagamos así."
Lo que sigue son algunas citas directas y paráfrasis aproximadas de
la presentación de Paul, junto con mi comentario debajo de las
citas.
Hasta que hagas consciente el inconsciente,
éste dirigirá su vida y
lo llamarás destino.
Carl Jung
¿Cuál es el origen de el Wetiko?
"El origen del wetiko es la psique, el inconsciente colectivo.""[El wetiko] se explica sincrónicamente a sí mismo a través del medio del mundo exterior... es como si este virus que está en el inconsciente colectivo de alguna manera se extiende y, de hecho configura los sucesos externos a fin de… expresar algo que está sucediendo dentro de nosotros.""Funciona a través del inconsciente, del punto ciego, de la sombra. Actúa en la vida, sin embargo se esconde en el proceso."
Esta es una manera brillante de encapsular la esencia del virus de
la mente.
Es un maestro de la distracción, haciéndonos quedar ver de nosotros
mismos y que encontremos que hay cuestiones y problemas, en lugar de
mirar hacia adentro. Nos encontramos con personas o grupos fuera de
nosotros mismos que responden a nuestras proyecciones del mal o la
oscuridad, entonces falsamente creemos que la oscuridad está (sólo)
fuera de nosotros mismos.
Esto se convierte en un circuito de retroalimentación que se
auto-perpetúa, donde llegamos a ser propagadores inconscientes del wetiko. Estas ideas están exactamente en línea con lo
que el famoso
psicólogo Carl Jung dijo sobre la sombra.
Jung dijo que,
"Hasta que el inconsciente se vuelva consciente, va a dirigir su vida y usted lo llamará destino."
Las cualidades y aspectos que no nos gusta reconocer o amar en
nosotros mismos son las que juzgamos, criticamos y atacamos en
otros.
Sin embargo, en un último nivel, el mundo es un reflejo de su estado
interior.
¿Existe realmente el virus de la mente, el wetiko?
¿Existe realmente una sombra?
¿Existe Realmente el Wetiko?
"El wetiko en última instancia no existe. No tiene existencia objetiva intrínseca, sin embargo puede destruir nuestra especie.El wetiko es una ceguera que cree que es vidente, y arrogantemente cree que es más previsor que cualquier otra persona (en el país de los ciegos, el tuerto es el rey). "
Paul cree que el wetiko no tiene existencia ontológica fundamental
propia.
Sin embargo, si esto es cierto, tenemos que tener cuidado de no
dejarnos llevar por una falsa sensación de seguridad acerca del
virus de la mente. El hecho de que no puede existir de forma
independiente no quiere decir que no sea poderoso.
Algunas personas están tan superadas por la sombra - cayendo en
depresión, adicción, compulsión y esquizofrenia - que son conducidas
al suicidio.
Este virus de la mente es, sin duda, lo suficientemente fuerte como
para conducir a algunas personas a quitarse la vida simplemente con
la esperanza de llegar a liberarse de él.
Curiosamente, este concepto de que "el tuerto es rey en la tierra de
los ciegos" también ha ido apareciendo últimamente en la obra de David
Icke. David usa la metáfora en su último libro El Ser
Fantasma para describir
el virus de la mente como un tipo de virus informático AI que
ha hackeado la vida misma.
También lo etiqueta como ciego, diciendo que la única manera en que puede
ganar la ventaja sobre nosotros es bajándonos más abajo de su nivel,
y ya que si ambos operamos a nuestra máxima capacidad, el virus no
sería rival para nosotros.
El virus wetiko de la mente,
como el caballo de Troya:
¿un truco o un regalo?
El Wetiko haciéndonos ver el Exterior - ¿Un Truco o un
Regalo?
"¿Está el wetiko destruyéndonos o despertándonos? Depende de cómo lo soñamos. Es un virus imaginado.""Si no reconocemos lo que nos está mostrando, el don que nos está dando a nosotros, entonces nos va a matar. Es como un espejismo letal. Pero una vez que lo reconocemos, e identificamos a él y a sus trucos, entonces se disolverá en la nada de la que surgió".
Si no se controla, el virus de la mente es endémico, y puede
destruir su vida y provocarle incalculable sufrimiento y miseria...
Sin embargo, si el virus de la mente no tiene voluntad o existencia
propia, entonces es realmente SU fuerza vital,
atrapada y distorsionada, la que está causando el caos.
Paul sugiere que si nosotros vemos al wetiko ya sea como un enemigo
astuto
que está allí para destruirnos, o como un desafiador atrevido para
provocarnos y empujarnos a una conciencia más llena, es un
asunto de perspectiva.
Obviamente, es más empoderador ver las situaciones creadas y los
resultados del virus de la mente como dones en lugar de como
maldiciones o cargas, ya que la primera vista nos puede impulsar a
convertirnos en mejores personas, mientras que lo último nos podría
conducir a la ira y el odio.
Vamos, al menos, a tener esa opción, pero a menos que ya seamos un
individuo totalmente despierto o iluminado, aún no tenemos la opción
de invitar o desinvitar al wetiko en nuestras vidas.
Ya está aquí, y no va a desaparecer, a menos hasta que la última
pizca de sombra sea completamente mencionada.
¿Cómo derrotar al Wetiko?
"La única manera de derrotar al wetiko es encontrar el lugar en el interior de uno mismo que es invulnerable al wetiko. Si usted lucha con él, usted se convierte en él.""¿Cómo lidiar con un demonio? Encuentre su nombre. Una vez que lo nombre, pierde su poder.""Imagínese despertar en el sueño y juntar todo su poder de sueño con otros individuos despiertos."
"¿Cómo puedo ser sustancial
si no Proyecto una sombra?"
"Debo tener un lado oscuro también
si he de ser completo."
Carl Jung
La manera de derrotar al wetiko radica en la comprensión de que sólo
tiene poder cuando está oculto.
El virus de la mente se oculta de nosotros engañándonos a juzgar y etiquetar,
e identificándonos con la forma/materia y no con la
energía/consciencia más real. La solidez del mundo es ilusoria y es sólo
un
producto de nuestra conciencia.
Nos apegamos a nuestra identidad, pero en un mundo en constante
cambio, donde las cosas nunca siguen siendo las mismas, esto es una
receta para el sufrimiento. Nos engañan a pensar que tenemos que
defender alguna posición mental o una idea de nosotros mismos,
cuando, al final, es sólo una pérdida de nuestra energía.
Somos engañados a pensar que tenemos que luchar contra algo para
cambiarlo, cuando el acto mismo de luchar crea un campo de
resonancia con aquello contra lo que se está luchando, y por ello lo fortalecemos y nos convertimos en él.
Cuando Paul habla de "encontrar el lugar dentro de
invulnerabilidad" y "nombrar al demonio", él no está diciendo nada
que no hayan dicho ya los grandes maestros y profetas espirituales.
Muchos de ellos han destacado la importancia de la meditación, el
silencio interior, de convertirse en el vigilante u observador y
distanciarse de esa desquiciada voz en su cabeza.
'Nombrar al demonio' es ser el observador. Ser "encontrar un lugar
de invulnerabilidad" es recordar Quién Es Usted - una parte
individualizada pero potente de Todo lo que Es.
Superar la sombra es todo acerca de integración, no destrucción. No
se puede destruir el "lado oscuro" - éste siempre estará allí como
parte de un todo en contraste al amor, para que podamos saber lo que
es amar de verdad.
El camino espiritual es acerca de sanar cualquier división que
sostenemos dentro mediante la integración de las partes disociadas
de nosotros mismos en un todo plenamente consciente.
"Uno no se vuelve iluminado
imaginándose figuras de luz,
sino haciendo consciente la oscuridad."
C.G. Jung
Conclusión - Aprender a detectar el virus Wetiko de
la mente dentro de sí mismo
Como Eckhart Tolle escribe en su libro El
Poder del Ahora,
es mejor referirse a la oscuridad como el inconsciente en vez de
el mal, porque "el mal" como una descripción, más connota
con la separación en
lugar de la inclusión, y por lo tanto disminuye la
probabilidad de integración.
La solución definitiva al problema del wetiko es verlo en uno
mismo.
Siempre será más fácil verlo en otros, pero mientras nos mantenemos
enfocados en cambiar a otros, nosotros descuidamos el trabajo fundamental de la sombra que tenemos que hacer nosotros
mismos. Sólo usted puede integrar su propia sombra.
Sentimos mucho dar la noticia a todos los multimillonarios por ahí,
pero el trabajo de la sombra no puede ser externalizado. Nadie más
puede hacerlo por usted, no importa cuán rico, persuasivo,
empresarial, encantador, atractivo, hermoso o inteligente usted sea.
En este sentido, todos somos iguales.
La muerte y
el virus wetiko de la mente, nivela el campo de juego
humano, más allá de todas las categorizaciones y clases.
Ambos son una parte inevitable de la vida, y ambos deben ser
afrontados sin temor si vamos a movernos a nuestro verdadero poder y
completa conciencia…
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3.07.2017
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